Por las tiendas de Gucci, Hermès, Louis Vuitton y otras marcas de lujo de Waterside Shops, la indumentaria chic y playera de Tin City, o los locales que pueblan 5th Avenue South y 3rd Street South en el centro de Naples, Paradise Coast constituye una verdadera meca de las compras. Son pocas las pequeñas ciudades que ofrecen tal cantidad de opciones. Incluso los resorts de Marco Island cuentan con numerosas propuestas dentro de sus instalaciones.
Además, Paradise Coast ofrece experiencias de compras únicas, que la distinguen de otros destinos vacacionales de alto nivel.
Desmarcándose
No podemos enumerar las marcas de lujo de Marilyn’s… porque Marilyn’s no vende esas marcas. ¿Cómo es eso?
Marilyn Hellman –vestida con una blusa blanca ligera de su propia marca y un colorido pañuelo translúcido– explica que en su elegante tienda no es posible conseguir productos de Chanel, Versace, Prada ni otras etiquetas de renombre. En cambio, Hellman viaja frecuentemente a Europa para seleccionar pequeñas colecciones “que de otra manera jamás llegarían a nuestros clientes”.
Con una sonrisa cómplice, Marilyn agrega: “Puedes comprar ropa de marcas famosas, pero en el siguiente encuentro cinco de tus amigas van a aparecer con lo mismo”.
La elegante indumentaria europea de Marilyn’s puede cubrir de pies a cabeza a las clientas más refinadas, comenzando por las colecciones de zapatos de Italia y el sur de Francia, hasta una notable gama de sombreros. Y, por supuesto, todo el resto: vestidos, faldas, pantalones, tops, chaquetas y bufandas (“Suele hacer frío en los restaurantes”, acota Marylin).
Marilyn’s no solo vende ropa. La dueña del local y su equipo brindan a cada cliente un tratamiento VIP, ofreciendo consejos de estilo, bebidas (incluyendo una increíble ginger ale casera) y otras comodidades. Marilyn’s también propone seminarios sobre estilo, íntimas presentaciones de moda al uso europeo y, ocasionalmente, ventas privadas. Además, produce videos sobre estilo para su website.
Gracias a su estrategia de servicio integral, una legión de clientas fieles y los frecuentes viajes de su dueña, Marilyn’s ha generado un estilo propio en Naples, dirigido a mujeres adineradas, tanto residentes como visitantes. “Vestirse para ocasiones especiales es cada vez más común, y la ropa común es cada vez más especial”, indica Marilyn: “El estilo de Naples abraza ese concepto. Y además, amamos los colores”.
Las compras como deporte
“La venta de productos en consignación existe desde hace un buen tiempo”, indica Quenby, dueña de Audrey’s: “Pero no la venta en consignación de productos como los que ofrecemos en Naples”.
Esto es porque las lujosas tiendas de venta en consignación de Naples –que abarcan ropa, muebles, objetos decorativos, arte, joyas familiares, regalos y más– solo ofrecen la más refinada mercadería de segunda mano. En cuanto a la indumentaria, “esta área cuenta con muchas mujeres de dinero que renuevan su vestuario con frecuencia”, comenta Quenby con su distinguido acento británico.
Muchos ítems de Audrey’s aún llevan sus etiquetas de precio originales. Quenby nos muestra un traje Chanel en cuya etiqueta se lee US$ 3.000. “Probablemente lo vendamos por el 10% de ese precio”, señala.
Audrey’s está alegremente abarrotado de productos, pero no tiene el característico aroma rancio de las tiendas de segunda mano. La ropa está correctamente ordenada, y en condiciones impecables o bien totalmente nueva. “Todo lo que traemos ha sido cuidadosamente seleccionado”, indica Quenby: “Y no es necesario revolver mucho para encontrar verdaderos tesoros”.
Audrey’s forma parte del Naples Trail of Treasures, que agrupa 20 tiendas del centro de la ciudad. Allí se venden joyas, muebles, objetos decorativos, accesorios, arte y, por supuesto, ropa. “La venta en consignación es un deporte”, dice Quenby. “Las mujeres vienen en auto hasta aquí, aparcan una sola vez, van de un lugar a otro y luego paran para comer en alguno de los bonitos restaurantes de la zona. Tenemos clientes de todas las edades. Nos encanta cuando vienen las abuelas, las madres y las hijas todas juntas.
También nos visitan hombres a veces. A ellos los esperamos con unas cervezas frías.”
Amantes del oro
En el paseo de compras frente a los muelles de Naples Bay Resort encontrarás una modesta tienda llamada Anthony Verderamo: Custom Goldsmith. Es básicamente lo que promete: simplemente se trata de un pequeño local con algunas vitrinas y joyas en exhibición.
Pero la magia sucede en la parte trasera. Allí es donde Anthony –quien trabaja en soledad– da forma a sus creaciones en oro a pedido de los clientes. “La gente viene con una idea en mente, o sin ninguna idea en absoluto, nos sentamos y creamos una pieza desde cero”, explica Anthony: “Cuando vienen a retirarla, se dan cuenta de que es imposible encontrar algo así en ningún otro sitio”.
Anthony no es el único amante del oro, pero su aprecio es más personal. “El oro está vivo”, dice agrandando sus ojos: “Cuando lo calientas se mueve, e incluso puedes estirar una pequeña pieza hasta ocho kilómetros. Me encanta trabajar con el oro”.
Le pregunto sobre su rango de precios. El hombre originario de Nueva Jersey se encoge de hombros y eleva las palmas de las manos. “Ok, ¿podrías hacerme algo lindo por mil dólares?”, pregunto. “Sin duda”, responde Anthony y agrega: “Puedes obtener algo muy lindo por mil dólares. Y también puedes obtener algo realmente maravilloso por 50 mil”.
